Sobre mí
- Blackdrander y yo
- Talagante, Metropolitana de Santiago, Chile
- Ex "patito feo". Actualmente estoy viviendo experiencias y situaciones que hacen que cada dia sea una caja de sorpresas a punto de ser descubierto...jamás pense tenerlas, y todo por un simple cambio de actitud en mi problema pasado. Feliz y satisfecho por ser un "fenix" actualmente.
martes, 27 de julio de 2010
Capitulo 8: El viaje eufónico
14:47 | 
Publicado por
Blackdrander y yo
Después de estar en esa comisaría ya no quería mas un día de locos ni llaves cada vez mas fondeadas ni puertas que no lo son a primera vista. Solo quiero llegar a mi turno de las 5:00 pm del día viernes en el empaque del supermercado. Ahora que tengo pinta de 16 años no pareceré tan el “dinosaurio” (mayor) del grupo.
Llegué a Estación Central (o lo que parecía de el en su versión tangible y real, fuera del mundo de los sueños), pasando por el pasillo que da directo a los andenes. Divisé un gran letrero que decía “Ahora nueva línea 2 Metrotrén con destino a Melipilla”…¡¡No lo podía creer!! ¡¡Por fin algo bueno y esto no es un sueño (siempre digo lo mismo y…)!!. La pregunta que me hice fue como no me enteré antes de la inauguración del tramo….¿será que estaba demasiado concentrado en los examenes? ¿O este día fue como el día de la marmota? Bueno, ya no importa.
Compré el boleto y fue tanto el entusiasmo que olvidé el vuelto. Demasiado feliz por fin pude sentarme en esos automotores que tantas veces iba a Rancagua, pero con el anhelo de ir a Talagante en tren sin choferes brutos o carreteros, sin frenazos, sin propagandas excesivas, solo la vista de la naturaleza y el campo del sector poniente de la ciudad.
En el viaje solo miré de la ventana lugares como la casa de mis abuelos, la Ex FISA, el cruce de Maipú y otros. Tan feliz estuve que escribí (no el la puerta del baño como en el capitulo 5, sería muy flaite) las 10 palabras que suenen para mí como intensas, máximas, eufónicas:
• Sublime
• Fantasía
• Majestuoso
• Arte
• Éxtasis
• Omnipotencia
• Resplandor
• Versátil
• Inspiración
• Fenix
Quería guardar para mí estas palabras, sin embargo, un grupito de pendejas escolares se subió en la estación Padre Hurta y se sentaron junto en el grupo de asientos que se miran unos con otros al frente intercambiando temas musicales con sus celulares y escuchando reggeton todo el viaje, cosa que me incomodó porque estaba en otra. Mejor seguí pensando en mas palabras y una de ellas me dijo: “miren, tenemos un poeta ya que escribe todo lo que ven la ventaja jajajaja mejor escríbenos unos poemas de amor a cada una de nosotras”.
“No estoy escribiendo poesías, solo unas palabras que su sonido me inspire” les reproché. “Eres tan romántico, regálanos cada palabra a cada una de nosotras” respondió la que se hace llamar Mitzy. Igual me hicieron sonrojar y para no quedar como un mal educado, saqué cada palabra en tras de papel y les di una tira por cada una, que en total ellas son nueve, sobrándome solo una palabra, la mas valiosa para mí.
El tren llegó a la estación Maloco y las escolares se bajaron, diciéndose unas con otras “esta palabra que pensé y escribí en el papel, se la dedicaré a mi pololo”. Sentí que me plagiaron con cuatica y ni siquiera me dieron las gracias. Estoy con el consuelo de quedarme con la mejor palabra del listado y termine escribiendo una oración (no religiosa, gramatical) con la siguiente frase:
“Sublime, la palabra suprema que solo debe ser entregada a la persona mas sublime en tu vida”
Al igual que las colegialas, se la dedicaré a alguien que quiera mucho de verdad (una amiga, una polola, una confidente…). Solo falta llegar a la estación final Talagantito para poder llegar a tiempo al trabajo sin que el "hombre de negro" (supervisor) me pinte el mono porque igual podría hacerlo pero porque este picado, creyendo que yo le estoy pilliscandole la uva. Hasta la próxima parada, digo…capitulo.
Llegué a Estación Central (o lo que parecía de el en su versión tangible y real, fuera del mundo de los sueños), pasando por el pasillo que da directo a los andenes. Divisé un gran letrero que decía “Ahora nueva línea 2 Metrotrén con destino a Melipilla”…¡¡No lo podía creer!! ¡¡Por fin algo bueno y esto no es un sueño (siempre digo lo mismo y…)!!. La pregunta que me hice fue como no me enteré antes de la inauguración del tramo….¿será que estaba demasiado concentrado en los examenes? ¿O este día fue como el día de la marmota? Bueno, ya no importa.
Compré el boleto y fue tanto el entusiasmo que olvidé el vuelto. Demasiado feliz por fin pude sentarme en esos automotores que tantas veces iba a Rancagua, pero con el anhelo de ir a Talagante en tren sin choferes brutos o carreteros, sin frenazos, sin propagandas excesivas, solo la vista de la naturaleza y el campo del sector poniente de la ciudad.
En el viaje solo miré de la ventana lugares como la casa de mis abuelos, la Ex FISA, el cruce de Maipú y otros. Tan feliz estuve que escribí (no el la puerta del baño como en el capitulo 5, sería muy flaite) las 10 palabras que suenen para mí como intensas, máximas, eufónicas:
• Sublime
• Fantasía
• Majestuoso
• Arte
• Éxtasis
• Omnipotencia
• Resplandor
• Versátil
• Inspiración
• Fenix
Quería guardar para mí estas palabras, sin embargo, un grupito de pendejas escolares se subió en la estación Padre Hurta y se sentaron junto en el grupo de asientos que se miran unos con otros al frente intercambiando temas musicales con sus celulares y escuchando reggeton todo el viaje, cosa que me incomodó porque estaba en otra. Mejor seguí pensando en mas palabras y una de ellas me dijo: “miren, tenemos un poeta ya que escribe todo lo que ven la ventaja jajajaja mejor escríbenos unos poemas de amor a cada una de nosotras”.
“No estoy escribiendo poesías, solo unas palabras que su sonido me inspire” les reproché. “Eres tan romántico, regálanos cada palabra a cada una de nosotras” respondió la que se hace llamar Mitzy. Igual me hicieron sonrojar y para no quedar como un mal educado, saqué cada palabra en tras de papel y les di una tira por cada una, que en total ellas son nueve, sobrándome solo una palabra, la mas valiosa para mí.
El tren llegó a la estación Maloco y las escolares se bajaron, diciéndose unas con otras “esta palabra que pensé y escribí en el papel, se la dedicaré a mi pololo”. Sentí que me plagiaron con cuatica y ni siquiera me dieron las gracias. Estoy con el consuelo de quedarme con la mejor palabra del listado y termine escribiendo una oración (no religiosa, gramatical) con la siguiente frase:
“Sublime, la palabra suprema que solo debe ser entregada a la persona mas sublime en tu vida”
Al igual que las colegialas, se la dedicaré a alguien que quiera mucho de verdad (una amiga, una polola, una confidente…). Solo falta llegar a la estación final Talagantito para poder llegar a tiempo al trabajo sin que el "hombre de negro" (supervisor) me pinte el mono porque igual podría hacerlo pero porque este picado, creyendo que yo le estoy pilliscandole la uva. Hasta la próxima parada, digo…capitulo.
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