Sobre mí
- Blackdrander y yo
- Talagante, Metropolitana de Santiago, Chile
- Ex "patito feo". Actualmente estoy viviendo experiencias y situaciones que hacen que cada dia sea una caja de sorpresas a punto de ser descubierto...jamás pense tenerlas, y todo por un simple cambio de actitud en mi problema pasado. Feliz y satisfecho por ser un "fenix" actualmente.
jueves, 29 de julio de 2010
Capitulo 15: Té de cuatro diversos sabores
19:18 | 
Publicado por
Blackdrander y yo
¿Qué otras pruebas mas habrá para mí? … ¿Cuándo acabará este sueño loco si es que lo sueño? … ¿Qué mas tengo que demostrar para poder aplicar lo que aprendí aquí?...
Eso es lo que pienso mientras el profesor me pide que lo espere en su sofá mientras busca “la siguiente prueba”. Al cabo de un rato, vuelve con una caja de madera con unos símbolos chinos escritos. “Esta es tu prueba” me dice el profe, pensé que me iba a invitar a tomar un té antes de hacer otra volada más freak que encerrarme en un televisor.
Al abrir la caja, hay cuatro frascos de cristales, cada uno con formas características que los diferencia uno de otro, eso si, todos contienen te en hojas molidas en su interior.
“Este es el te del aire” me explica. Ese frasco tiene varias puntas como estrellas y su color es cristalino. El prepara el té con las hojas en su interior. Una vez servida la taza, me pide que tome solo un poco de el.
Olfateo su aroma, pero no tiene olor alguno. Reprochando, interviene “usted es duro de mollera, mis otros alumnos sienten mas cosas con tan solo respirar el ritmo del aire, pero en su caso va a tener que probar el te… probar para creer, ¿no es lo que dijo San Tomás?”.
Ante esto, solo tomo un pequeño sorbo y no siento nada en la lengua, ni siquiera el agua del te. El profesor me pregunta “¿Cómo es su sabor?”... yo respondo… “nada, solo aire”. “Eso es lo que diferencia este té de un te ordinario… es un te de aire y si no sientes nada es porque ya estas acostumbrado al sabor del aire, ya que lo respiras y botas todos los días… ¿Qué pasa si estas en tus sueños, no en este sino en otro en que sientas que falta el aire, o en el espacio…se te antojaría una taza de te de aire”.
Además, agrega… “El aire es uno de los sabores más volátiles, la razón es que el ritmo del aire es expansivo, para el aire no hay limites dentro de la atmosfera, la cual es necesaria para que no se pierda en su volatilidad. Para que te sea mas fácil, es igual al ritmo de crecimiento de las plantas, se las arregla para estirar las ramas y llegar hacia el otro lado de la roca aunque tenga que rodearla para seguir creciendo.
“Este es el té del agua” me señala hacia el siguiente frasco, que tiene una forma ondulatoria e irregular, como si hubiese pintado a trazo suelo y es de color azul oscuro. Tengo ahora el sabor del agua, el cual pruebo (debido a mi porfía mencionada) y a diferencia del te anterior, siento el agua, pero no siento sabor alguno.
“Es solo agua” replico nuevamente. “Es solo agua porque el te tiene gusto a agua…tienes que tomártelo entero para saber a que sabe realmente”. Obedezco, me tomo el baso pero siento que a medida que tomo mas te, los fluidos corporales salen de sus órganos y se concentran en el estomago, aumentando la cantidad de agua en el y subiendo por mi esófago hasta llegar a la garganta.
Estoy seco como si nunca hubiese tomado agua y al mismo tiempo me ahogo porque si tomo una gota más el agua se me filtra hacia los pulmones. El profesor agrega: “Siempre van a haber quejas respecto a la escases de agua en las seguías y la abundancia del esta en las inundaciones".
Agrega..."El agua al igual que el aire es expansivo, pero esta limitado a su peso, por eso se acumula en las partes mas profundas de la Tierra y sus ritmo es ondulatorio como serpientes desplazándose por la tierra. Para no fallecer estancada sin provecho alguno, el agua toma forma de vapor para obtener la libertad suficiente para cambiar de hogar con las lluvias, a diferencia del aire que su ritmo no tiene control, en ese sentido el agua es libre en su acción pero planificada en su trayectoria.”.
El profe me mira, sumando a sus palabras: “Tienes sed y ahogo al mismo tiempo, eso es lo que pasa cuando las personas están acostumbradas a dar y recibir agua de manera sistemática hasta sufrir el rigor de su furia e indiferencia, por eso no sentiste sabor alguno al momento de probarlo". Dicho esto el agua baja de mi estomago y mi cuerpo recupera su humectación.
“Este es el té de la tierra” dice el profe mostrándome un frasco circular, igual que el planeta que tiene el mismo nombre. Me sirvo el te, probando un sorbo, lo siento espeso, pero son demasiados sabores, tantos que no logro identificar ninguno en particular y no puedo decir que tipo de té probé, solo lo sentí espeso.
“Tan acostumbrado al alquitrán y cemento que has perdido la certeza de identificar la particularidad de cada tierra a pesar de que aparentemente es igual a tus ojos. Además terminas huyendo de ella y de las bondades que ofrece al negar su naturaleza con mas cemento y mas alquitrán”.
Finalmente sentencia “La tierra es una mezcla de todo tipo de material solido natural que llamamos geosfera que se concentran en torno a un punto común, protegiéndose de ritmos mas volátiles como lo son el aire y la lluvia que siempre amenazan con la erosión. Como todo tecnócrata no sabes diferenciar la diversidad en algo aparentemente uniforme, por eso no sentiste el sabor de este té, solo su densidad”.
“Este es el té del fuego” y el profe manipula un frasco con forma irregular apuntando hacia arriba sus curvas, similar a la forma de un cono. A la hora de saborearlo siento rechazo a probarlo, porque está demasiado caliente y desisto de esta acción.
“ni siquiera lo probaste” me reta el profe. “Ya se que me vas a decir que esta hirviendo”… y sigue con sus palabras… “el fuego siempre es temido, porque muchos pensamos que el fuego es destrucción, el temor a la destrucción es también temor a la muerte. No diría que fuese temor a morir en si, sino miedo a la perdida de lo que obtuvimos y lo que poseemos al enfrentar cualquier instancia de transformación”.
Yo pregunto…”¿Y porque hay temor a la transformación, a la renovación y al cambio?”… el profe me contesta… “porque la transformación significa adquirir algo y al mismo tiempo desechar algo para que los otros algos puedan beneficiarse de las peticiones y regalos de los algos que cambian constantemente..esa es la naturaleza del fuego, naturaleza contraria a la humana que solo quiere adquirir sin otorgar lo sobrante a quienes lo necesitan, por ello la avaricia esta acabando con el planeta restando y concentrando los recursos en un solo punto.
Resumiendo lo que me dijo, el temor al fuego no es el temor al elemento, sino a la perdida que ocasiona su actuar. Pensé que me iba a quemar y perder mi lengua por probar este te ultra caliente.
Lo intento de nuevo, esta vez con decisión firme y me di cuenta que es el mejor te que probado, no puedo describir acabadamente su sabor, pero sentí que liberé un peso de encima de mi cuerpo, quizás sean toxinas, entrando aire por el cuerpo, sintiéndolo mas ligero."Me gusta el sabor del fuego, porque es el sabor del cambio, como el que tuve con mi actitud de Beta, evolucionando a Alfa"
El profesor guarda la pintoresca caja junto con los frascos y lo introduce en una caja fuerte. Es curiosa esta acción porque veo muchos billetes y monedas esparramados por las mesas. Como me vio con cara de extrañeza, me dijo “El dinero es recuperable si das para recibirlo a cambio. Estos tés nadie los valoraría porque no tienen cosas que ameriten valor económico alguno…además me los regaló el señor Miyagi porque su alumno Daniel ya los había usado con sabiduría, así que encontró que fuese mas útiles estando en otras manos en vez de conservarse sin uso alguno, porque el ya los usó en su tiempo”.
La siguiente prueba no contarás con mi ayuda, ya que debes hacerlo solo. Con lo que aprendiste ahora basta y sobra para superarla. Esta historia continua si estas dispuesto a ver el desafio.
Eso es lo que pienso mientras el profesor me pide que lo espere en su sofá mientras busca “la siguiente prueba”. Al cabo de un rato, vuelve con una caja de madera con unos símbolos chinos escritos. “Esta es tu prueba” me dice el profe, pensé que me iba a invitar a tomar un té antes de hacer otra volada más freak que encerrarme en un televisor.
Al abrir la caja, hay cuatro frascos de cristales, cada uno con formas características que los diferencia uno de otro, eso si, todos contienen te en hojas molidas en su interior.
“Este es el te del aire” me explica. Ese frasco tiene varias puntas como estrellas y su color es cristalino. El prepara el té con las hojas en su interior. Una vez servida la taza, me pide que tome solo un poco de el.
Olfateo su aroma, pero no tiene olor alguno. Reprochando, interviene “usted es duro de mollera, mis otros alumnos sienten mas cosas con tan solo respirar el ritmo del aire, pero en su caso va a tener que probar el te… probar para creer, ¿no es lo que dijo San Tomás?”.
Ante esto, solo tomo un pequeño sorbo y no siento nada en la lengua, ni siquiera el agua del te. El profesor me pregunta “¿Cómo es su sabor?”... yo respondo… “nada, solo aire”. “Eso es lo que diferencia este té de un te ordinario… es un te de aire y si no sientes nada es porque ya estas acostumbrado al sabor del aire, ya que lo respiras y botas todos los días… ¿Qué pasa si estas en tus sueños, no en este sino en otro en que sientas que falta el aire, o en el espacio…se te antojaría una taza de te de aire”.
Además, agrega… “El aire es uno de los sabores más volátiles, la razón es que el ritmo del aire es expansivo, para el aire no hay limites dentro de la atmosfera, la cual es necesaria para que no se pierda en su volatilidad. Para que te sea mas fácil, es igual al ritmo de crecimiento de las plantas, se las arregla para estirar las ramas y llegar hacia el otro lado de la roca aunque tenga que rodearla para seguir creciendo.
“Este es el té del agua” me señala hacia el siguiente frasco, que tiene una forma ondulatoria e irregular, como si hubiese pintado a trazo suelo y es de color azul oscuro. Tengo ahora el sabor del agua, el cual pruebo (debido a mi porfía mencionada) y a diferencia del te anterior, siento el agua, pero no siento sabor alguno.
“Es solo agua” replico nuevamente. “Es solo agua porque el te tiene gusto a agua…tienes que tomártelo entero para saber a que sabe realmente”. Obedezco, me tomo el baso pero siento que a medida que tomo mas te, los fluidos corporales salen de sus órganos y se concentran en el estomago, aumentando la cantidad de agua en el y subiendo por mi esófago hasta llegar a la garganta.
Estoy seco como si nunca hubiese tomado agua y al mismo tiempo me ahogo porque si tomo una gota más el agua se me filtra hacia los pulmones. El profesor agrega: “Siempre van a haber quejas respecto a la escases de agua en las seguías y la abundancia del esta en las inundaciones".
Agrega..."El agua al igual que el aire es expansivo, pero esta limitado a su peso, por eso se acumula en las partes mas profundas de la Tierra y sus ritmo es ondulatorio como serpientes desplazándose por la tierra. Para no fallecer estancada sin provecho alguno, el agua toma forma de vapor para obtener la libertad suficiente para cambiar de hogar con las lluvias, a diferencia del aire que su ritmo no tiene control, en ese sentido el agua es libre en su acción pero planificada en su trayectoria.”.
El profe me mira, sumando a sus palabras: “Tienes sed y ahogo al mismo tiempo, eso es lo que pasa cuando las personas están acostumbradas a dar y recibir agua de manera sistemática hasta sufrir el rigor de su furia e indiferencia, por eso no sentiste sabor alguno al momento de probarlo". Dicho esto el agua baja de mi estomago y mi cuerpo recupera su humectación.
“Este es el té de la tierra” dice el profe mostrándome un frasco circular, igual que el planeta que tiene el mismo nombre. Me sirvo el te, probando un sorbo, lo siento espeso, pero son demasiados sabores, tantos que no logro identificar ninguno en particular y no puedo decir que tipo de té probé, solo lo sentí espeso.
“Tan acostumbrado al alquitrán y cemento que has perdido la certeza de identificar la particularidad de cada tierra a pesar de que aparentemente es igual a tus ojos. Además terminas huyendo de ella y de las bondades que ofrece al negar su naturaleza con mas cemento y mas alquitrán”.
Finalmente sentencia “La tierra es una mezcla de todo tipo de material solido natural que llamamos geosfera que se concentran en torno a un punto común, protegiéndose de ritmos mas volátiles como lo son el aire y la lluvia que siempre amenazan con la erosión. Como todo tecnócrata no sabes diferenciar la diversidad en algo aparentemente uniforme, por eso no sentiste el sabor de este té, solo su densidad”.
“Este es el té del fuego” y el profe manipula un frasco con forma irregular apuntando hacia arriba sus curvas, similar a la forma de un cono. A la hora de saborearlo siento rechazo a probarlo, porque está demasiado caliente y desisto de esta acción.
“ni siquiera lo probaste” me reta el profe. “Ya se que me vas a decir que esta hirviendo”… y sigue con sus palabras… “el fuego siempre es temido, porque muchos pensamos que el fuego es destrucción, el temor a la destrucción es también temor a la muerte. No diría que fuese temor a morir en si, sino miedo a la perdida de lo que obtuvimos y lo que poseemos al enfrentar cualquier instancia de transformación”.
Yo pregunto…”¿Y porque hay temor a la transformación, a la renovación y al cambio?”… el profe me contesta… “porque la transformación significa adquirir algo y al mismo tiempo desechar algo para que los otros algos puedan beneficiarse de las peticiones y regalos de los algos que cambian constantemente..esa es la naturaleza del fuego, naturaleza contraria a la humana que solo quiere adquirir sin otorgar lo sobrante a quienes lo necesitan, por ello la avaricia esta acabando con el planeta restando y concentrando los recursos en un solo punto.
Resumiendo lo que me dijo, el temor al fuego no es el temor al elemento, sino a la perdida que ocasiona su actuar. Pensé que me iba a quemar y perder mi lengua por probar este te ultra caliente.
Lo intento de nuevo, esta vez con decisión firme y me di cuenta que es el mejor te que probado, no puedo describir acabadamente su sabor, pero sentí que liberé un peso de encima de mi cuerpo, quizás sean toxinas, entrando aire por el cuerpo, sintiéndolo mas ligero."Me gusta el sabor del fuego, porque es el sabor del cambio, como el que tuve con mi actitud de Beta, evolucionando a Alfa"
El profesor guarda la pintoresca caja junto con los frascos y lo introduce en una caja fuerte. Es curiosa esta acción porque veo muchos billetes y monedas esparramados por las mesas. Como me vio con cara de extrañeza, me dijo “El dinero es recuperable si das para recibirlo a cambio. Estos tés nadie los valoraría porque no tienen cosas que ameriten valor económico alguno…además me los regaló el señor Miyagi porque su alumno Daniel ya los había usado con sabiduría, así que encontró que fuese mas útiles estando en otras manos en vez de conservarse sin uso alguno, porque el ya los usó en su tiempo”.
La siguiente prueba no contarás con mi ayuda, ya que debes hacerlo solo. Con lo que aprendiste ahora basta y sobra para superarla. Esta historia continua si estas dispuesto a ver el desafio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario