Estoy en un lugar donde lo único que se ve es el color negro. Aparece el logotipo de Araya’s Channel, diciendo con voz de ultratumba: “A esta hora termina las transmisiones de la red privada de televisión Araya’s Channel, asociado con las empresas Copano’s comunications y otras redes internaciones como… (un largo etc.)…les recordamos que toda reproducción parcial o total de los contenidos transmitidos esta penado por la ley. Esta demás decir a sus hogares y sus familias buenas noches y hasta mañana, si dios quiere” (esa frase me caería como purgante del puro susto si no es porque soy solo una imagen de televisión).

El logo se pierde en la profundidad del fondo negro y de a poco aparece la “estática” queriendo consumirme. Grito desde la TV de mi profe:”Auxilio, no deseo estar atrapado aquí, usted no es así, y la voz en off no es suya. El profesor me contesta: “Tiene razón en dos cosas: la voz no es mía, es la de mi jefe y usted no desea estar atrapado en un simulador de situaciones como el que esta ahora”. Yo por mi parte, contesto: “¿sabe que lo deseo y no hace nada?”. Y el profe responde: “lo desea, pero no lo hace usted mismo”. “¿Cómo lo hago?” respondo. “De la misma forma en que enfrentó las situaciones anteriores” me dice el profe.

El collar con la imagen de Blackdranzer es lo primero que desaparece. La angustia es mayor. Sentí que perdí mi fuente de fuerza y antes de caer en un desmayo, pienso en todos los logros que obtuve en cada unos de los canales que fui movido y pienso en la misma confianza con que encaré en cada momento. Esto hizo que dos alas resplandecientes, majestuosas y eternas salen de mis espadas. No hay tiempo para sentirse sorprendido, tengo que salir de ahí y lo logro convirtiéndome en una estrella fugaz que escapa del televisor rompiendo la pantalla, el techo de la oficina del académico y recorriendo el cielo por algunos minutos hasta que finalmente desciendo, posando en un sofá donde esta sentado al lado mi profesor.

Una vez que la luz que me envuelve desaparece, miro al profe y le pregunto como pude salir de ahí sin usar a Blackdranzer. El me contesta: “fue tu determinación lo que permitió el escape…ahh…ese collar es solo una baratija china que compré en una tienda todo a quina”. Pasaste la prueba de la confianza estimado aspirante a macho alfa, pero todavía faltan pruebas, así que prepara-te con endulzante.

Esta historia aun continua, pero no es la serie de mayor duración del planeta, así que siga leyéndome que el final ya se viene…