Sobre mí
- Blackdrander y yo
- Talagante, Metropolitana de Santiago, Chile
- Ex "patito feo". Actualmente estoy viviendo experiencias y situaciones que hacen que cada dia sea una caja de sorpresas a punto de ser descubierto...jamás pense tenerlas, y todo por un simple cambio de actitud en mi problema pasado. Feliz y satisfecho por ser un "fenix" actualmente.
jueves, 29 de julio de 2010
Capitulo 14: Virtuales realidades… en espacio tridimensional
4:34 | 
Publicado por
Blackdrander y yo
El profe no cambia de canal… como el tedio es demasiado, decido frenar en vehículo, en un desvió de la autopista y despertar de un sueño que podría matarme.
Les digo a mi novia y a mi suegra que las autopistas son muy aburridas para mi y que mejor me tomaré mi tiempo “conejeando”(tomar atajos en la ruta) por caminos secundarios, conocer mas el paisaje, ver algo interesante que un plano horizonte, y después llegar a La Serenísima (o punto B) con calma. Mi suegra se indigna diciendo que estoy abandonando el camino seguro y recto hacia el lugar donde vamos de vacaciones. Como buen macho alfa, los berrinches de una mujer (o una vieja) no me causan enojo, solo da tanta risa como los berrinches de tenía mi hermana menor.
No le hago caso y tomo la ruta ZDSTRFH-145264 buscando algo de variedad, ya que quiero conocer también el punto C, D, E, …Z, AA, AB y llegar al punto B experimentando en carne propia como son esas ciudades y no por producto de mi imaginación o lo que digan los demás.
Mi novia no he habla durante todo el viaje, como si estuviera apoyando a su madre, solo se limita a preguntarme la hora y cuanto falta por llegar. A medida que avanzo por esta ruta el paisaje empieza a tomar cuerpo tridimensional y mientras mas avanzo, mas detalles tiene los arboles que también aumentan en cantidad, llegando a ser reales en algún momento. Disfruto mucho esto mientras que mi suegra solo se limita a decirme las palabras más ¿hermosas? de la lengua hispana.
Alguien hace dedo en el camino y detengo la marcha del vehículo, es una pelirroja que chocó su auto y al parecer se la acabó la batería de su celular porque hasta ahora no ha tenido ayuda. Mi novia entra en la escena de las discusiones que inició mi suegra, aludiendo a que estoy perdiendo el tiempo y que quizás ella sea una delincuente que quiere raptarme una vez que entre al vehículo. Por cada palabra que le sale de su boca, su paranoia aumenta y por mas razones razonables que trate de decirle el porque tengo que ayudarla, continua con su monologo intransigente. Minutos mas tarde, ella llega demasiado lejos, diciéndome: ¿Te las conmigo o te vas con ella?.
Esa pregunta me indignó, porque siento que me quiere marcar su timbre como a una vaca, como si fuera solo de su propiedad. Respondo finalmente…”me voy con ella, si te gusta la idea, acompáñame”. Ella contesta: “¿y si no me gusta?”. Entonces saco dinero de mi billetera y le digo: “aquí tienes plata tanto para que tomes el primer bus que te deje en la carretera y puedas tomar otro en la autopista de regreso a la gran ciudad (o punto A)”.
La pelirroja entra en mi vehículo y con el dolor de mi alma, pero con la certeza de hacer por fin algo que solo depende de mí, sigo con el viaje sin previo aviso, quedando atrás mi novia y mi suegra, que de seguro, volverán a la gran ciudad con el dinero que les facilité.
Mi nueva pasajera me relata cosas relacionadas con su accidente… y finalmente terminando contándonos de todo un poco y todo nos causaba risa (otra vez la canción de Franco de Vita). Esto es tan emocionante que dilato mi viaje a La Serenísima dando vueltas en círculos por los pueblos C, D, E, F etc. a turistear y pasar las noches, con la idea que esto acaba mucho tiempo después …. ¿Valdrá la pena llegar a destino?... pienso que no, porque tengo otro lugar de destino en mente, así que saco el mapa rutero y busco ese lugar sin tomar ninguna autopista, porque yo así lo decidí (y no doy ninguna explicación a nadie sobre esto)...
..(zapping)....
Les digo a mi novia y a mi suegra que las autopistas son muy aburridas para mi y que mejor me tomaré mi tiempo “conejeando”(tomar atajos en la ruta) por caminos secundarios, conocer mas el paisaje, ver algo interesante que un plano horizonte, y después llegar a La Serenísima (o punto B) con calma. Mi suegra se indigna diciendo que estoy abandonando el camino seguro y recto hacia el lugar donde vamos de vacaciones. Como buen macho alfa, los berrinches de una mujer (o una vieja) no me causan enojo, solo da tanta risa como los berrinches de tenía mi hermana menor.
No le hago caso y tomo la ruta ZDSTRFH-145264 buscando algo de variedad, ya que quiero conocer también el punto C, D, E, …Z, AA, AB y llegar al punto B experimentando en carne propia como son esas ciudades y no por producto de mi imaginación o lo que digan los demás.
Mi novia no he habla durante todo el viaje, como si estuviera apoyando a su madre, solo se limita a preguntarme la hora y cuanto falta por llegar. A medida que avanzo por esta ruta el paisaje empieza a tomar cuerpo tridimensional y mientras mas avanzo, mas detalles tiene los arboles que también aumentan en cantidad, llegando a ser reales en algún momento. Disfruto mucho esto mientras que mi suegra solo se limita a decirme las palabras más ¿hermosas? de la lengua hispana.
Alguien hace dedo en el camino y detengo la marcha del vehículo, es una pelirroja que chocó su auto y al parecer se la acabó la batería de su celular porque hasta ahora no ha tenido ayuda. Mi novia entra en la escena de las discusiones que inició mi suegra, aludiendo a que estoy perdiendo el tiempo y que quizás ella sea una delincuente que quiere raptarme una vez que entre al vehículo. Por cada palabra que le sale de su boca, su paranoia aumenta y por mas razones razonables que trate de decirle el porque tengo que ayudarla, continua con su monologo intransigente. Minutos mas tarde, ella llega demasiado lejos, diciéndome: ¿Te las conmigo o te vas con ella?.
Esa pregunta me indignó, porque siento que me quiere marcar su timbre como a una vaca, como si fuera solo de su propiedad. Respondo finalmente…”me voy con ella, si te gusta la idea, acompáñame”. Ella contesta: “¿y si no me gusta?”. Entonces saco dinero de mi billetera y le digo: “aquí tienes plata tanto para que tomes el primer bus que te deje en la carretera y puedas tomar otro en la autopista de regreso a la gran ciudad (o punto A)”.
La pelirroja entra en mi vehículo y con el dolor de mi alma, pero con la certeza de hacer por fin algo que solo depende de mí, sigo con el viaje sin previo aviso, quedando atrás mi novia y mi suegra, que de seguro, volverán a la gran ciudad con el dinero que les facilité.
Mi nueva pasajera me relata cosas relacionadas con su accidente… y finalmente terminando contándonos de todo un poco y todo nos causaba risa (otra vez la canción de Franco de Vita). Esto es tan emocionante que dilato mi viaje a La Serenísima dando vueltas en círculos por los pueblos C, D, E, F etc. a turistear y pasar las noches, con la idea que esto acaba mucho tiempo después …. ¿Valdrá la pena llegar a destino?... pienso que no, porque tengo otro lugar de destino en mente, así que saco el mapa rutero y busco ese lugar sin tomar ninguna autopista, porque yo así lo decidí (y no doy ninguna explicación a nadie sobre esto)...
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